En 15 días del último semestre los que los tucumanos tuvieron inconvenientes para utilizar el transporte público por medidas de fuerza del sector. Los motivos son dispares, al igual que los rangos horarios en los que se llevaron a cabo los paros, pero durante medio mes los pasajeros habituales tuvieron que apelar por distintas alternativas para trasladarse en la ciudad y hacia el interior de la provincia.
El servicio estuvo limitado durante 10 noches en octubre, entre las 22.30 y las 6, debido a una decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) nacional por la falta de cumplimiento del acuerdo paritario. El sindicato y los empresarios habían pautado un aumento del 15% en tres cuotas estipuladas en abril, septiembre y diciembre, más una revisión de 10 puntos. Pero la Federación Argentina del Transporte Automotor de Pasajeros (Fatap) incumplía con la segunda cuota en algunas provincias, no así en Tucumán.
A mediados de diciembre, por una cuestión “netamente salarial”, la UTA realizó un paro por 24 horas. “La medida de fuerza se realiza porque no se hizo la reliquidación del mes de noviembre ni el pago de una suba no remunerativa. Los empresarios aseguran que no están en condiciones de hacerlo”, había expresado en ese momento César González, titular de la UTA en la provincia. Ambos ítems totalizaban unos $ 7.000.
Al no llegar a un acuerdo con los transportistas, el gremio de los choferes lanzó un paro indefinido una semana después. Sin embargo, tras la intervención del Gobierno y una asistencia de $ 80 millones al sector empresarial, la medida se desactivó 21 horas después.
El mes pasado, más de 300.000 usuarios se quedaron sin colectivos durante casi tres días por paros convocados por el gremio ante el incumplimiento de los empresarios en el pago del sueldo de enero.